¡Buenas noticias para los amantes
de los embutidos!
Como sabemos, los embutidos son
productos cárnicos derivados del cerdo y en ocasiones, mezcla con la ternera.
Su composición nutricional general podemos fijarla en: 20%-50% de grasas, un 20% de proteína y una
cantidad variable de hidratos de carbono.
La Agencia Española de Seguridad Alimentaria (AESAN), dependiente del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, la Confederación Española de Detallistas de la Carne (CEDECARNE) y la Asociación de Fabricantes y Comercializadores de Aditivos y Complementos Alimentarios (AFCA) han firmado un convenio para la reducción del contenido de sal y grasa en los productos de carnicería-charcutería. ( Julio 2012)
Así, los comercios minoristas han
comenzado una nueva iniciativa para seguir una alimentación más saludable y
reducir los riesgos asociados del consumo en exceso de estos productos con la
probabilidad de padecer enfermedades cardiovasculares., ¡han reducido un 10% la
cantidad de sal y un 5% la cantidad de grasa de sus productos cárnicos!.
Esta iniciativa se firmo hace poco más de un año por tanto teniendo en cuenta que estimaron el plazo de esta reducción en grasa y sal en dos años, ¡ya podemos tener a nuestra disposición el fruto de dicho acuerdo en algunos de nuestros comercios habituales!.
Una excelente noticia si
observamos la composición de estos productos:
Si bien es cierto que Alemania cuenta con la hegemonía charcutera en cuanto a las “salchichas” se
refiere, España no se queda mucho más lejos del pódium.
Pic from Fribourg Market |
Es larga la tradición de las
matanzas en los pueblos de España, tras el verano y antes de la llegada del
frío se hacían las matanzas, cuyo principal protagonista era el cerdo, de esta
manera, se aseguraban de tener carne y alimento para el año siguiente.
Por primavera, las familias se
hacían con un cerdo, al que engordaban cuidadosamente durante 10 largos meses,
hasta que adquiriera hasta unos 200 kg.
Normalmente la matanza de se
realizaba el día de “San Martín”, el 11 de
Noviembre, de ahí el famoso refrán “A cada cerdo le llega su San Martín”.
La “matanza” era algo más que un acto
de producción de alimentos, era una reunión familiar, una festividad, duraba entre 2-3 días y se procuraba fijar en días
claros, sin lluvia. Durante las jornadas se trabajaba intensamente desde
primera hora de la mañana, hombres y mujeres tenían fijado su trabajo.
Del cerdo no se desaprovechaba nada, se
utilizaban incluso sus tripas con los restos de carne y despojos para elaborar
la chacinería. Salchichas, chorizos,
salchichón, morcilla… ¡deliciosas provisiones para el largo invierno!
Debemos tener en cuenta que los
embutidos y la charcutería son productos alimenticios de consumo ocasional según la pirámide de alimentos (SENC) para
llevar una alimentación saludable. Por tanto no debemos abusar de ellos, y
ahora que tienen una mejor composición nutricional tampoco debemos porqué
restringirlos de nuestra dieta.
Recuerda, para cuidar de los tuyos, primero has de cuidar de tí.
¡Educa tu dieta!
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