Si hay un mito extendido por excelencia entre hombres y mujeres de todas las generaciones es la idea de que " las vitaminas engordan".
Día a día en la Farmacia y especialmente a partir de la primavera ante la llegada de la temida "astenia", el cansancio, la fatiga son protagonistas del día a día de mis pacientes. Cuando me comentan dicha situación y a algunos les recomiendo "Vitaminas", el pavor se apodera de sus caras, y acaban confesándote el motivo... "Es que no quiero engordar", "Me han dicho que las vitaminas aumentan el apetito". Otros simplemente me consultan y preguntan por algunas " vitaminas que no engorden".
El estrés, el trabajo,los estudios, los problemas o preocupaciones personales, el ritmo frenético sobre todo de las ciudades hacen que en determinados momentos nuestro cuerpo nos exija más, o simplemente debido a todo lo anterior nuestra alimentación empeora, comemos cualquier cosa a cualquier hora, perdemos la noción de los horarios de nuestra alimentación... Es entonces cuando debemos tomar medidas, frenar y reconducir nuestra conducta, comer y organizarnos mejor, y suplementar nuestra alimentación con vitaminas.
El estrés, el trabajo,los estudios, los problemas o preocupaciones personales, el ritmo frenético sobre todo de las ciudades hacen que en determinados momentos nuestro cuerpo nos exija más, o simplemente debido a todo lo anterior nuestra alimentación empeora, comemos cualquier cosa a cualquier hora, perdemos la noción de los horarios de nuestra alimentación... Es entonces cuando debemos tomar medidas, frenar y reconducir nuestra conducta, comer y organizarnos mejor, y suplementar nuestra alimentación con vitaminas.
Las "vitaminas" como su propio nombre indica, son sustancias imprescindibles para la "vita" (la vida) Son imprescindibles para el crecimiento y desarrollo de nuestro cuerpo y de nuestras funciones vitales. La falta de una de estas "vitaminas" ocasiona un trastorno o enfermedad a las personas (Escorbuto, Beri-beri, Pelagra...)
En un primer momento se determinaron las cantidades / ingestas mínimas recomendadas para prevenir estas deficiencias, sin embargo hoy en día, las recomendaciones dietéticas sobre las vitaminas van más allá, no sólo tratan de evitar enfermedades, si no de prevenirlas y mejorar nuestra calidad de vida.
En un primer momento se determinaron las cantidades / ingestas mínimas recomendadas para prevenir estas deficiencias, sin embargo hoy en día, las recomendaciones dietéticas sobre las vitaminas van más allá, no sólo tratan de evitar enfermedades, si no de prevenirlas y mejorar nuestra calidad de vida.
![]() |
Recomendaciones Nutricionales de la OMS |
¿Por qué decimos que las "vitaminas" engordan? ¿ Es cierto?
Cuando tenemos un déficit o nivel bajo de vitaminas, nos encontramos cansados, nuestro rendimiento disminuye, nos fatigamos rápidamente, e incluso nos convertimos en inapetentes.
Hay personas que dejan de tener ganas de comer, en estos casos, en cuanto se recuperan los niveles normales, y nos empezamos a encontrar físicamente bien, el apetito vuelve a aparecer. Pero no aparece en mayor medida que antes ni aumenta si nunca habías perdido el apetito.
Las vitaminas no te hacen engordar, no te aportan kilocalorías extras, no abren el apetito. Sólo te ayudan a estar al 100% físicamente, mejorar tu rendimiento y a tener mejor calidad de vida.
Es más, tomar vitaminas puede ayudarte en dietas de adelgazamiento a mejorar tu estado anímico y físico motivándote a hacer más deporte y conseguir perder más peso.
¿Es necesario siempre suplementar tu alimentación con "Vitaminas"?
Cuando llevas una alimentación equilibrada y variada, no hay porqué suplementar la dieta con vitaminas porque las tomas en la comida:
Vitamina B1 o Tiamina: Carne, hígado, huevos, cereales integrales y legumbres.
Vitamina B2 o Rivoflavina: Carne, hígado, huevos, cereales integrales y legumbres.
Vitamina B3 o Niacina: Carne, huevos, pescado, legumbres.
Vitamina B5 o Ácido Pantoténico: Carne, huevos, pescados, frutos secos, cereales integrales y legumbres.
Vitamina B6 o Piridoxina: Carne, hígado, pescado, frutos secos y legumbres.
Vitamina B12 o Cobalamina: Carne, Hígado,Pescado azul, lácteos y huevos.
Ácido Fólico: Carne, hígado, espárragos, espinacas, guisantes...
Vitamina C: Fresas, cítricos (limón, naranja, mandarina, lima), kiwi y tomate crudo.
Vitamina A: Hígado, Leche, Zanahoria, espinacas, aceite de hígado de bacalao.
Vitamina D: Pescado azul y huevos.
Vitamina E: Aceite de oliva, huevos, semillas...
Vitamina K: Vegetales de color verde intenso ( espinacas, acelgas...), la col, la coliflor...
Pero cuando hay una situación especial en la que no llevamos una alimentación equilibrada, dietas muy hipocalóricas con riesgo de déficit de vitaminas, dietas vegetarianas estrictas, o situaciones especiales en las que tu cuerpo necesita un "extra": periodo de exámenes, práctica de mucho ejercicio físico... "Es mejor prevenir que curar", y por ello recomiendo tomar vitaminas.
Referencias:
"Vitaminas" A.I de Cos Blanco, G.Riesgo Eizaguirre, A.López Guzmán, M. Gargallo Fernández.
No hay comentarios:
Publicar un comentario